Por
Joel Lenner Castañeda Dueñas
Leamos
primero el poema:
BURGUESES
No
me dan pena los burgueses
vencidos.
Y cuando pienso que van a darme pena,
aprieto
bien los dientes y cierro bien los ojos.
Pienso
en mis largos días sin zapatos ni rosas.
Pienso
en mis largos días sin sombrero ni nubes.
Pienso
en mis largos días sin camisa ni sueños.
Pienso
en mis largos días con mi piel prohibida.
Pienso
en mis largos días.
—No
pase, por favor. Esto es un club.
—La
nómina está llena.
—No
hay pieza en el hotel.
—El
señor ha salido.
—Se
busca una muchacha.
—Fraude
en las elecciones.
—Gran
baile para ciegos.
—Cayó
el Premio Mayor en Santa Clara.
—Tómbola
para huérfanos.
—El
caballero está en París.
—La
señora marquesa no recibe.
En
fin, que todo lo recuerdo.
Y
como todo lo recuerdo,
¿qué
carajo me pide usted que haga?
Pero
además, pregúnteles.
Estoy
seguro
de
que también recuerdan ellos.
Nicolás Guillén
Tomado de La
rueda dentada, en Obra poética
1920-1972,
La Habana, Instituto Cubano del Libro, 1972.
Ahora
comentemos:
El
presente poema pertenece al libro La
rueda dentada, publicada por Nicolás Guillén en el año 1972. Guillén es
junto a otros pocos poetas caribeños de aquellos que promueven y difunden la
cultura e idiosincrasia del hombre afroamericano, su contexto, su vida, sus
necesidades y aspiraciones, la injusticia y desigualdad de la que son víctimas,
sus penurias, etc. Nació en 1902 en Camagüey, Cuba y murió en La Habana, en
1989. Es autor de libros ya eternizados dentro del canon literario
latinoamericano: Motivos de son
(1930), Sóngoro Cosongo (1931), West Indies Ltd (1934), Cantos para soldados y sones para turistas
(1937), El son entero (1947), La paloma de vuelo popular (1958), Tengo (1964), La rueda dentada (1972), entre otros. Ha sido también merecedor de
diversas condecoraciones, entre ellos el Premio Stalin de la Paz de 1954.
Integrante
activo del Partido Comunista Cubano, se exilió durante la dictadura de
Fulgencio Batista (1955-1959), hasta 1959, año en que Fidel Castro toma el
poder e instaura el régimen socialista en Cuba. Desde entonces representó a su
país en diferentes eventos culturales, políticos y sociales en el mundo,
llevando la voz del pueblo afroamericano por distintos rincones del globo.
La
estética vanguardista impregna el estilo del poeta, un estilo propio propulsado
a inicios del siglo XX en Centroamérica, estilo que no sólo recogía los grandes
temas afroamericanos, sino también el lenguaje, la cultura, las aspiraciones de
libertad y la justicia, entre otros.
El
tema abordado ronda alrededor de los sentimientos que le inspiran a la voz
lírica los “burgueses vencidos”: rencor, injusticia e indiferencia; para ello
nos refiere situaciones y hechos propios del contexto social en el que se
ubica, en este caso, el mundo caribeño. El tópico literario es el Homo homini
lupus (El hombre lobo del hombre), pues cada uno de los versos que posee el
poema es el reflejo de la confrontación entre la posición ideológica del autor
y el contexto en el que se desenvuelve; así, se puede observar la lucha
constante y eterna entre las dos clases sociales que considera el socialismo:
el opresor y el oprimido (los burgueses y el pueblo). Este es un tema
recurrente en el autor, ya que refleja un periodo de la historia de Cuba en
donde el capitalismo, promovido por Estados Unidos discrimina, veja y explota
al hombre afroamericano; es entonces el dolor del hombre de raza negra, el
dolor del yo lírico el que inspira cada verso.
Podemos
identificar en el poema tres apartados: el primero que refiere las razones por
las que la voz lírica evita sentir “pena” por los “burgueses vencidos”; el
segundo, en donde la voz lírica refiere a modo de diálogo otras causas que
justifican su rencor; para finalmente, en el tercer apartado, aludir a la
conciencia de los burgueses, ya que estos son conscientes del dolor y el rencor
que ocasionaron a la voz lírica y a los suyos.
El
primer apartado se inicia con la siguiente aseveración: “No me dan pena los burgueses caídos”, es una aseveración categórica.
movida, al parecer, por un impulso inconsciente en cuyo trajinar conlleva una
restrospección a una realidad del que el yo lírico aún guarda aversión, esto se
puede evidenciar en la descripción que se hace en la segunda y tercera línea: “Y cuando pienso que van a darme pena, /
aprieto bien los dientes y cierro bien los ojos”, es una pose propia de
quien evoca el pasado con el fin de retrotraer algún recuerdo hacia el
presente; pero también esta el espíritu humano, por eso las dudas y la razón
por la que debe cerrar los ojos y evocar, a punta de esfuerzo, el recuerdo.
A
continuación, el yo lírico se vale de la conjugación de la anáfora y la
metáfora para enfatizar sus recuerdos, describe entonces la pobreza que ha
padecido, en donde la carencia de “zapatos”
y “rosas” describen su indigencia, “las nubes” y “sueños”, la muerte de la esperanza y su “piel prohibida”, una clara referencia a las razones de su injusta
situación. Esto quizá se resuelva si tomamos en cuenta la vida del autor, este
pertenece a la cultura afroamericana radicada en Centroamérica, es entonces la
voz del hombre de color que se alza contra la de los burgueses. Por otro lado,
el énfasis puesto en la anáfora “Pienso
en mis largos días”, nos transmite el espacio temporal (extenso espacio
temporal) en el que el yo lírico convivió con el odio, la indiferencia y el
olvido.
Ya
en el segundo apartado que, casualmente coincide con la segunda estrofa del
poema, haciendo uso del diálogo, el yo lírico nos logra dibujar sus recuerdos:
las veces en las que fue discriminado (“No
pase, por favor. Esto es un club”), la indiferencia de la que ha sido
víctima, (“El señor ha salido”), la
situación social (“Se busca una muchacha”),
el fin de las esperanzas (“Fraude en las
elecciones”), en fin, es un contraste bastante objetivo sobre la situación
de aquellos años en Cuba: un pueblo sumido en la pobreza, mientras “los burgueses” haciendo gala de
despilfarro y pomposidad; es, en esta ocasión, el uso del eufemismo que
transmite al tú lírico o lector el temple de ánimo que siente el poeta, temple
que crece en intensidad a modo que se va describiendo los hechos.
En
el tercer apartado este temple de ánimo continúa “in crescendo” y con dicho
crecimiento el lenguaje también se hace más áspero y directo: “Y como todo lo recuerdo, / ¿qué carajo me
pide usted que haga?”, para finalmente y, ya ecuánime, proponerle al tú
lírico, ante probables dudas por parte del lector, que pregunte a los burgueses
vencidos, ya que, considera, que aún recuerdan sus actos y de que son
conscientes de cuanto hicieron. Un juego fónico propio de la aliteración se
deja entrever en este caso, la repetición sonora del fonema “/to/” y “/do/” en los versos 21 y 22; pero no es solo la aliteración que
causa este efecto, sino también la complicidad de esta con la epífora (“todo lo recuerdo”); para finalmente
culminar con la interrogación retórica ya descrita líneas atrás, y que no es
más que el clímax de la manifestación del temple de ánimo del poema.
El
poema así, procura reflejar un periodo de la historia centroamericana en donde
la injusticia y la desigualdad parece hacer mella en la sociedad; pero dicha
descripción se hace desde un tiempo distinto a los acontecimientos, un tiempo,
en donde, al parecer la situación ha cambiado, ya que parece que son los
burgueses, quienes ahora se encuentran en una situación inferior al del pueblo.
Guillén,
en el poema transfiere su postura ante la situación social y política
latinoamericana, convirtiéndose así el poema en una crítica mordaz a la clase
burguesa y con ellos al capitalismo que imperó, por un buen periodo la isla
cubana, ¿quizá el reflejo del espíritu del hombre afroamericano?, quizá, la
descripción del espíritu nuevo que significó la revolución cubana de 1959,
liderados por Fidel Castro. Sea cual fuere el caso, es el hombre que se dibuja
en cada verso, con sus fortalezas y debilidades, con sus diferencias y
semejanzas y, principalmente, con su dolor y el resto de sus emociones;
emociones que, a su vez, se intensifican a medida que el poema se acrecienta.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Guillén, N. (1997.2018) Burgiueses.
España: Centro virtual Cervantes. Recuperado de https://cvc.cervantes.es/literatura/escritores/guillen/poemas/poema_03.htm
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