Esbozo de un ensayo sobre el ensayo


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Por Joel Lenner Castañeda Dueñas


Hace un año, el concepto que tenía sobre el ensayo se reducía a un tipo de texto que permitía defender, a través de ciertos artilugios (argumentos), una determinada postura sobre ciertos temas; quizá la razón sea porque me encontraba enclaustrado en una vieja concepción al que me obstinaba a aferrarme, quizá, simplemente por mi necedad de no querer dar apertura a conocimientos que escapaban más allá de cuanto creía saber. En mi experiencia actual como docente de Literatura en el Colegio de Alto Rendimiento de Huancavelica, pude percatarme de tal error, tenía entonces que abrir mis horizontes y aventurarme en una experiencia que a mis treinta y tantos años jamás había emprendido. En el mismo contexto, hace un par de semanas atrás tuve una conversación, algo alturada, que es característico de una persona tan locuaz y amena como el profesor Garma, con algunos colegas de la institución, en ellos pude percatarme del mismo desconocimiento del que fui víctima también: nos hemos enclaustrado en el conocimiento específico de la naturaleza de nuestras asignaturas que no queremos virar la mirada por la periferia de otros horizontes y océanos. La discusión aquella se centró en dos ejes fundamentales: la argumentación y la tesis. ¿Es posible que un ensayo modifique su naturaleza de acuerdo al área de conocimiento a la que se ciñe?, ¿existe sólo una manera de argumentar o esta pertenece a una estructura mayor que posibilita la inserción de más de una estrategia?, y la tesis ¿se formula sólo como una postura u opinión que hay que defender a través de ciertos argumentos? Existen diferentes tipos de ensayos, entre ellos, el expositivo y el argumentativo y es necesario esclarecer las diferencias entre cada uno de estos. No creo tener el conocimiento suficiente sobre el tema, sin embargo, el presente esbozo ha de procurar, quizá pretensiosamente, hacerlo.

Conociendo la tesis, el argumento y la argumentación

Empecemos por la tesis. Este, es un punto de vista sobre un tema que se presenta al lector a modo de una oración declarativa, que a la vez debe poseer precisión, coherencia y objetividad; así mismo, debe estar expresado explícita o implícitamente en una sola oración; de modo que, no se trata simplemente de una manifestación del parecer, gusto o preferencia del autor.
Cuando, por ejemplo, observamos la lucha por sus derechos que actualmente protagonizan los maestros del Perú, podemos plantear la siguiente tesis: Los maestros del Perú merecen una remuneración digna, que a la larga conllevará a una mejor calidad de la educación peruana. No basta con decir si se esta o no de acuerdo, tal y como algunos la proponen: “Estoy de acuerdo / estoy a favor de la huelga de los maestros” o proponer un enunciado carente de algún elemento oracional: La huelga de los maestros como necesidad (carece de predicado). Tampoco es válido una tesis que platea una posición muy general e irrefutable, por ejemplo: El Estado es quien debe hacerse responsable de la educación de los jóvenes; esta aseveración es muy obvia ¿Quién más puede hacerse cargo de la educación de una sociedad?
Por otro lado, la tesis presenta también tipologías diversas. Anguiano y otros, reconocen tres tipos (de acuerdo a su estructura): expositivos, argumentativos y analíticos, en tanto que otros autores prefieren optar por otras clasificaciones. Por ejemplo, la Universidad Privada del Norte del Perú (2017), reconoce cuatro tipos de tesis (de acuerdo a las intenciones del texto): tesis que explican, tesis que evalúan, tesis que predicen y tesis que sugieren; dependiendo de estas tesis, los argumentos también optan por diversas formas lingüísticas. Tomemos este último caso; en el tutorial “Texto argumentativo: la tesis” se propone:
Tesis que evalúan: “Un análisis de la deserción en las universidades no pueden enfocarse sólo en el aspecto económico.”
Tesis que explican: “La propuesta de castración química como medida complementaria a la sanción impuesta a los violadores, nacen por la necesidad de la no reincidencia.”
Tesis que predicen: “Mientras haya demanda para los mercados de cocaína, cualquier esfuerzo del gobierno para combatir el negocio ilícito del narcotráfico será una pérdida de tiempo, de dinero y de vida.”
Tesis que sugieren: “Antes de contraer matrimonio, las parejas deberían vivir juntas algún tiempo para conocerse mejor.”
Las cuatro tesis expresan implícita o explícitamente una postura de la cual se quiere convencer, pero las intenciones de cada una de ellas no tienen el mismo objetivo; la primera, por ejemplo, el autor, deberá defender cuanto afirma, por lo que se valdrá principalmente de argumentos que defiendan su postura, de modo que ha de adentrarse en la redacción de un texto crítico. En el segundo caso, la intención no es la de defender una determinada postura, el autor ahora, para convencer, deberá limitarse a explicar las razones por las que se propone “la castración química a los violadores”, valiéndose así de definiciones, ejemplificaciones y descripciones y esto es posible usando el tipo de texto expositivo. En el caso del tercer ejemplo, el autor deberá hacer un análisis crítico de las razones por las que considera “una pérdida de tiempo los esfuerzos del gobierno contra el narcotráfico”, para ello usará argumentos bastante convincentes que le permitan defender su postura; finalmente, el último caso nos presenta una postura más sencilla, allí se intentará defender la opinión que tiene el autor respecto al matrimonio.
Si nos detenemos y analizamos estos cuatro tipos de tesis, podremos deducir que fácilmente encajan en la clasificación hecha por Anguiano y demás, ya que las tesis presentadas direccionan su interés por la argumentación (Tesis que evalúan y tesis que sugieren), la exposición (tesis que explican) y el análisis (tesis que predicen). Veamos el siguiente cuadro propuesto por Anguiano (2014).

TIPO DE TESIS
EJEMPLO
ESTE ENSAYO DEBE
Tesis expositiva
Las actividades que realiza una educadora en una jornada no se limitan al cuidado de los niños que asisten al jardín, éstas +abarcan cuestiones educativas, de gestión y de apoyo a la comunidad”
Describir o explicar cada una de las actividades expresadas en la tesis: la labor educativa, de gestión y de apoyo a la comunidad que desempeñan las educadoras.
Tesis argumentativa
“Las estrategias de enseñanza basadas en el enfoque del aprendizaje significativo propician en los alumnos una retención más duradera de la información y, por lo tanto, favorecen el aprendizaje”.
Demostrar con argumentos la veracidad de la afirmación planteada en la tesis: cómo es que esas estrategias favorecen la retención de la información y, por lo tanto, el aprendizaje.
Tesis analítica
“El análisis de la autorregulación de los estudiantes, a partir de los planteamientos de Zimmerman, revela que los bajos niveles de motivación intrínseca, organización para el estudio y estrategias cognoscitivas determinan el rendimiento deficiente de los alumnos en el programa de educación a distancia SEPA inglés”.
Descomponer el objeto de estudio (la autorregulación) en las partes que la conforman (la motivación intrínseca, la organización para el estudio y las estrategias cognoscitivas), evaluarlas y presentar la relación existente entre ellas y su efecto en el objeto de estudio.
Así, podemos deducir que los objetivos finales de cada tesis es convencer al interlocutor de la postura que se asume (no sólo las tesis de tipo argumentativo persiguen convencer al interlocutor de una determinada postura, también los expositivos tienen el mismo objetivo), pero la estrategia a abordar será diferente: la tesis expositiva describe, define, clasifica o explica, la tesis argumentativa demuestra y la tesis analítica descompone el objeto de estudio, para después evaluarlas y establecer relaciones.
Ahora pasemos al argumento, para ello es necesario esclarecer el concepto que se pueda tener sobre argumento y argumentación. El argumento suele interpretarse como un razonamiento que se realiza para defender una determinada postura; y claro que lo es, pero esta defensa puede hacerse de diversas maneras, ya sea justificando, ya sea explicando o ya sea describiendo. Tomemos como ejemplo la teoría psicogenética de la psiquiatra norteamericana Louann Brizendine sobre la naturaleza del comportamiento humano.
Una de mis pacientes regaló a su hija de tres años y medio muchos juguetes unisex, entre ellos un vistoso coche rojo de bomberos en vez de una muñeca. La madre irrumpió en la habitación de su hija una tarde y la encontró acunando el vehículo en una manta de niño, meciéndolo y diciendo: “No te preocupes, camioncito, todo irá bien”.
Esto no es producto de la socialización. Aquella niña pequeña no acunaba a su “camioncito” porque su entorno hubiera moldeado así su cerebro unisex. No existe un cerebro unisex. La niña nació con un cerebro femenino, que llegó completo con sus propios impulsos. Las chicas nacen dotadas de circuitos de chicas y los chicos nacen dotados de circuitos de chicos. (Brizendine. 2008. p.36)

Brizendine ha participado en el debate suscitado por el rector de la Universidad de Harvard, Lawrence Summers, quien dijo que las diferencias en logros entre hombres y las mujeres en matemáticas y en ciencias eran debidas a las diferencias cerebrales naturales entre los sexos. Observa que hasta la pubertad, los niños y las niñas son exactamente iguales en logros matemáticos o científicos. No obstante, la testosterona que inunda el cerebro masculino hace a los chicos extremadamente competitivos, pero también más deseosos de estar muchas horas estudiando solos o trabajando en sus ordenadores. Por el contrario, con el flujo de estrógenos de las adolescentes, una chica se vuelve mucho más interesada en los vínculos sociales y en su vida emocional, y como consecuencia es poco probable que se siente durante horas y horas sola, reflexionando sobre enigmas matemáticos o esforzándose para ser la primera de la clase. (Butler-Bowdon. 2011. P.85)
En el primer ejemplo se puede observar que los argumentos (la experiencia de una paciente) presentados por la autora direccionan su interés en pro de la defensa de una postura: No es la socialización que determina la conducta del niño o la niña, sino la naturaleza de sus cerebros. Los argumentos presentados defienden claramente esta postura.
En el segundo caso, se trata de la interpretación que hace Tom Butler-Bowdon sobre la teoría de Louann Brizendine; así, el autor se limita sólo a explicar y describir lo que la teoría de Brizendine manifiesta; para ello toma el siguiente argumento: la naturaleza de la biología femenina, la cuál a su vez, si se lee el texto completo, podremos notar que es resultado de una investigación hecha por la misma autora; nótese aquí que el autor no plantea una opinión respecto a la teoría de Brizendine, lo que hace es simplemente explicar en qué consiste dicha teoría.
Así, los argumentos, con la intención de convencer, tienen por objetivo fundamentar, justificar, describir o explicar una tesis “Generalmente se basan en hechos, pero también pueden estar constituidas por razonamientos lógicos contundentes” (PUCP. 2005).
Por otro lado, al conjunto de estrategias o argumentos usados llamamos argumentación, Toulmin, citado por Posada (2004) refiere al respecto:
El término argumentación será usado para referirnos a la actividad completa de hacer aseveraciones (claims), cuestionarlas, respaldarlas con razones, criticar esas razones, refutar las críticas, etc. El término razonamiento será usado, más estrictamente, para la actividad central de presentar razones para sustentar una aseveración (claim), así como para mostrar en qué medida las razones verdaderamente fortalecen la aseveración. Un argumento, en el sentido de una cadena de razonamientos, es la secuencia de aseveraciones y razones entrelazadas que, entre sí, establecen el contenido y la fuerza de la posición desde la cual argumenta un hablante en particular.
Así, Toumlin reconoce a los argumentos dentro de un conjunto mayor denominado argumentación. Un argumento adopta una forma lingüística determinada, pero la argumentación, al ser un conjunto de razonamientos no sólo adopta una forma, sino varias de ellas, y todas estarán direccionadas a validar, defender o evaluar una determinada tesis.
En cuanto a la estructura del argumento este esta compuesto por una o más premisas y una conclusión. Las premisas son proposiciones que conllevan a concluir una idea.
En los últimos años se han publicado miles de ensayos que documentan la ferocidad de que han sido objeto las mujeres y su cultura. Esos escritos nos dan testimonio de cómo quien practicara la medicina sin ser un médico, quien ayudase en un parto, quien contrastase la autoridad de los curas, era acusado de brujería, y son las mujeres quienes en mayor número fueron procesadas y, por tanto, quemadas en las hogueras. (Fo. 2004. p.27)
En el ejemplo observamos:

PREMISA 1
PREMISA 2
CONCLUSIÓN
En los últimos años se han publicado miles de ensayos que documentan la ferocidad de que han sido objeto las mujeres y su cultura.
Esos escritos nos dan testimonio de cómo quien practicara la medicina sin ser un médico, quien ayudase en un parto, quien contrastase la autoridad de los curas, era acusado de brujería
son las mujeres quienes en mayor número fueron procesadas y, por tanto, quemadas en las hogueras.

Por otro lado, existen también los llamados Argumentos razonados. Este consiste en un razonamiento profundo en base a ciertas evidencias mostrados a lo largo del texto. Veamos el siguiente ejemplo:
Mario Vargas Llosa es una persona compleja. Es el peruano más complejo y completo que hay. Es un intelectual en el amplio sentido de la palabra: tiene una imagen pública, es un líder de opinión, es un novelista, un ensayista, un periodista y en un momento clave fue un político en actividad. No conozco otro peruano con ese currículo, con esa capacidad de manejarse en registros diferentes y no confundirlos. Porque cuando hace novela, hace novela; cuando hace ensayo, hace ensayo, y así sucesivamente. Felizmente no es un Camacho, su famoso personaje que enloqueció confundiendo todos los géneros (…). Mario Vargas Llosa es un líder de opinión. Es un columnista, es un cronista, un ideólogo en el amplio sentido de la palabra. (Varios autores. 2008. Pp.167-172)

AFIRMACIÓN
Mario Vargas Llosa es una persona compleja. Es el peruano más complejo y completo que hay.
Esta afirmación presenta el tema del párrafo o argumento; Mario Vargas Llosa es complejo.
EVIDENCIAS
Es un intelectual en el amplio sentido de la palabra: tiene una imagen pública, es un líder de opinión, es un novelista, un ensayista, un periodista y en un momento clave fue un político en actividad.
En la evidencia, para reafirmar lo planteado en la oración temática, el autor del texto describe cualidades irrefutables que posee el autor: su imagen, su liderazgo, su afición y actividades a las que se dedica.
REFLEXIÓN
No conozco otro peruano con ese currículo, con esa capacidad de manejarse en registros diferentes y no confundirlos. Porque cuando hace novela, hace novela; cuando hace ensayo, hace ensayo, y así sucesivamente. Felizmente no es un Camacho, su famoso personaje que enloqueció confundiendo todos los géneros.
A continuación, el autor del texto reflexiona en cuanto a las actividades realizadas por Mario Vargas Llosa, confirmando con ello la afirmación inicial: Mario Vargas Llosa es complejo.
CONCLUSIÓN
Mario Vargas Llosa es un líder de opinión. Es un columnista, es un cronista, un ideólogo en el amplio sentido de la palabra.
La conclusión esta direccionada a reafirmar la oración temática o afirmación: la complejidad de Vargas Llosa radica en su dominio de variadas actividades y oficios.
Entre otros tipos de argumentos tenemos: Basado en hechos y datos, en relaciones causales, en definiciones, en comparaciones, en la autoridad, en valores, en generalizaciones, en experimentos, en identificación de falacias expuestas, en interpelaciones, etc. Identifiquemos estos tipos de argumentos que Eduardo Punset (2015) nos presenta en su libro “Carta a mis nietas”:

¿QUIÉN MANDA? EL BILLÓN DE BACTERIAS.

Nunca me canso de contar lo mucho que se llegaba a enfadar mi nieta Alexia cuando, en pleno verano de sus seis años, insistía en culparme de haberle robado el hielo de su vaso de refresco. (…) El tórrido calor de agosto los fundía en un santiamén sin que mi querida niña se percatara de ello. Dada mi cercanía a su bebida, yo era el principal sospechoso y la única prueba de que disponía mi joven acusadora era la ausencia de cualquier otra persona alrededor del vaso. (…) En esencia, todo seguía ahí dentro, mezclado con su refresco, lo único que había cambiado era la estructura en que se organizaban las moléculas de agua (…).
Una de mis principales cruzadas en esta vida es hacer entender a la gente que puede cambiar de opinión. No tiene sentido aferrarse a un único pensamiento cuando vivimos en un universo en constante transformación. ¿Cómo no vamos a cambiar nosotros si incluso la estructura de la materia cambia? La evolución es cambio, lo son las reacciones químicas, la energía que utilizamos, los ecosistemas, la meteorología, el avance de la cultura, la ruptura con lo establecido, las revoluciones copernicanas, las vanguardias artísticas, estéticas, tecnológicas. Cambian nuestro tamaño, nuestra biología, nuestro cerebro, inteligencia, sentimientos e intuiciones. Y, pese a todo ello, insistimos en no cambiar de opinión. Permanecemos aferrados al mismo partido político, siempre seremos incondicionales del mismo equipo de fútbol, fieles a los amigos del alma, devotos del mismo dios, esclavos de la misma rutina y seguidores acérrimos de los mismos ídolos. Todo está en transformación constante, pero la mayoría seguimos avanzando a piñón fijo.
«¿Qué es lo que te sabría peor en la vida?», le pregunté en una ocasión al primero de la clase en una de mis lecciones del Instituto Químico de Sarrià, en Barcelona. «Dejar de ser quien soy», fue su respuesta inmediata. Cambiar de opinión era para él una verdadera traición, en lugar de ser un requisito para seguir adelante.
Una gran proporción de la población española se siente triste, sola o estresada: se ha calculado que más de un 20 por ciento vive en esas condiciones. Junto a este sentimiento subyacen, además, unas condiciones políticas representadas por una larga crisis y las mayores tasas de paro de toda Europa, un desempleo sobre todo juvenil que acrecienta el desencanto y amargura entre la sociedad. Se anticipaba un cambio en su momento, pero nadie movió ficha y el modelo socioeconómico se colapsó. Mi alumno, el mejor, aún no había entendido que si no cambias no te puedes adaptar. Afortunadamente, la gente en la calle exigió un cambio, que pudo materializarse en las siguientes elecciones municipales en Madrid, Barcelona y Valencia.

Las polillas reflejan la evolución
(…) Una mutación es, por lo tanto, un cambio en la secuencia de un gen, una alteración en alguna de las instrucciones genéticas de nuestro desarrollo, y del de cualquier otro ser vivo. Estas variaciones pueden pasar desapercibidas si la célula muere a causa de ese error y desaparece sin dejar secuela alguna en la totalidad del organismo, o pueden extenderse a todas las células descendientes de la que ha sufrido dicha mutación. La expresión de estos genes mutados puede tener una repercusión positiva, negativa o indiferente para el individuo, y eso incidirá directamente en su supervivencia. Si además las mutaciones se dan en las células reproductoras, tales alteraciones se extenderán a los individuos de las siguientes generaciones. Y son estas mutaciones, estos cambios, el motor de la evolución de las especies.
Si de algún ejemplo han abusado los genetistas para explicar la selección natural de un modo gráfico es del de polilla del abedul, la conocida por su nombre científico como Biston Betularia. Como toda polilla, la del abedul revolotea por las noches y de día se esconde. Se posa en el tronco de ese árbol, de superficie blanquecina, donde pasa totalmente desapercibida de cualquier depredador, pues sus alas mimetizan a la perfección los colores de la corteza. Cuesta verlas. El color de las alas, del mismo modo que el color de la piel de los humanos, está determinado por un gen o un grupo de genes. Resulta que la Biston Betularia tiene una variante de alas oscuras, determinadas por una mutación en sus genes. En el Reino Unido de principios del siglo XIX, las oscuras eran las rara avis, muy poco abundantes, pero su proporción empezó a aumentar hasta que a mediados de siglo, en plena época victoriana, el 95 por ciento de las mariposas pertenecían a la variante carbonífera —así se la distingue de la blanca—. ¿Qué diablos había sucedido?
El responsable de ese desequilibrio entre las polillas blancas y las polillas negras fue el progreso. Concretamente, la revolución industrial, la fiebre del carbón, el auge de la máquina de vapor. El humo de las fábricas oscureció cuanta superficie había a su alrededor, incluida la de los troncos de los abedules. Al ennegrecerse la corteza, las polillas blancas dejaron de estar camufladas para convertirse en presa fácil de cualquier pájaro que pasara por allí, al contrario que las mariposas oscuras, que se convirtieron entonces en las mejor escondidas de los depredadores. A las blancas se las comieron; las negras salvaron el pellejo, sobrevivieron y se reprodujeron. Un cambio genético, una mutación en las polillas, hizo que unas —las oscuras— se adaptaran mejor a un cambio ambiental que las otras. La selección natural actuó en favor de las Biston Betularia negras.
(…) Pagel me explicó que, pese al título de El origen de las especies, Darwin nunca llegó a estudiar cómo una especie inicial acaba por transformarse en dos, lo que se conoce como especiación. Realizó un sinfín de estudios ahí mismo, en Down House, aunque nunca se detuvo realmente en la especiación y, según Pagel, eso fue probablemente porque se trata de un proceso muy largo. Pero él mismo, Mark Pagel, ha realizado trabajos que sugieren que la especiación podría ser mucho más rápida de lo que se cree. Si un accidente súbito —por ejemplo, una falla tras un terremoto— separa a la población de una misma especie en dos, puede que tras ese episodio cada subpoblación evolucione de forma diferente al adaptarse al nuevo hábitat a un lado y otro de la falla, y se acaben diferenciando en dos especies distintas. A un acontecimiento de este tipo, los biólogos evolucionistas lo llaman un accidente feliz, porque cuando observan el mundo de nuestro alrededor no ven los patrones que esperarían encontrar si las especies evolucionaran sólo a través de cambios graduales.

Los genes de la lengua
El del lenguaje es un ejemplo que ilustra a la perfección la teoría de los memes y su rol en la evolución, en este caso de la cultura. Así que, como los genes, las lenguas cambian y, tras esa transformación, se adaptan a las nuevas circunstancias y triunfan. Cuando no consiguen adaptarse, fracasan y se extinguen: «Los idiomas que han sobrevivido son como las especies supervivientes, tienen capacidad de adaptación. Permiten que penetren ideas nuevas, palabras nuevas. Los franceses tienen un ministerio entero que se dedica a evitar la entrada de ciertas palabras inglesas como “le weekend”, “le hamburguer”. Esto fosiliza el francés. Aunque los lingüistas saben que la falta de evolución también viene de las costumbres que las personas adquirieron con la imprenta: se familiariza y fija un tipo de ortografía. Así como tenemos muchas variantes de español que se hablan en todo el mundo, también tenemos muchas variantes de inglés y en el futuro habrá más variantes de chino, a medida que los chinos empiecen a moverse por el mundo. El idioma dominante será aquel que pueda atraer a más hablantes por tener la virtud de resolver mejor los problemas diarios de la gente».

Incluso nuestra biología cambia
No tengáis miedo y cambiad de opinión. Vuestros genes os lo dictan, el entorno os lo impone y hasta mi nieta Alexia, después de haber visto el hielo fundirse, lo sabe. (Punset. 2015. pp.23-35)

En el texto Punset insta por el cambio y la adaptación al nuevo entorno al que se enfrenta el hombre. Así, la tesis se presenta en los dos primeros párrafos: la gente puede cambiar de opinión. A partir del tercer párrafo inicia la argumentación, y este es un argumento basado en un hecho concreto y más específicamente en una experiencia personal del autor, experiencia que a la vez nos parece muy común, ya que siempre hemos tenido o hemos escuchado a un amigo decir lo mismo: se piensa que cambiar de ser como se es, es sinónimo de traición a uno mismo. En el cuarto párrafo se presenta un argumento basado no sólo en un hecho (el contexto actual del individuo español), sino también, el autor nos ofrece datos que nos permite medir la proporción de individuos españoles que viven asediados por el estrés. Ya en el quinto párrafo el argumento es una definición, y es que, anteriormente, el autor pone como ejemplo al proceso de evolución por medio de la selección natural y refiere a las mutaciones que experimentan las especies a lo largo de la historia. En el sexto y séptimo párrafo se observa una relación causal, para demostrar la mutación que padecen las especies producto de la selección natural, así describe el proceso por el que pasó la Polilla de Abedul en su lucha contra la evolución. En el octavo párrafo se basa en una autoridad para demostrar su postura, se trata de Mark Pagel, profesor y teórico evolutivo estadounidense. Finalmente observamos un argumento basado en la comparación, en donde se establece una relación entre las especies sobrevivientes y las lenguas contemporáneas, que también son resultados del mismo proceso. Al finalizar el texto, Punset concluye motivando al lector a cambiar de opinión, ya que “¿Cómo no vamos a cambiar nosotros si incluso la estructura de la materia cambia?” Así, podemos observar seis argumentos que conforman la argumentación del presente texto para defender su postura o tesis.
Entendido la diferencia entre argumento y argumentación pasamos ahora a los contrargumentos que son razonamientos aparentemente contrarios a la tesis planteada y que parecen desdecirlo o refutarlo; sin embargo, quien escribe usa a favor este razonamiento, ya que demostrando su inviabilidad fortalece su propia postura o tesis. Así, la estructura del contraargumento posee un argumento que se refuta (apariencia), uno con el que se refuta dicho argumento, y que es el que presenta la realidad y una oración conclusiva. Los enlaces para relacionar ambos argumentos suelen ser locuciones adversativas, tales como “sin embargo”, “pero”, “en tanto que”, etc.
Nuestro mar es riquísimo, pero no hemos desarrollado una cultura marinera. Cuando explotamos el océano lo hacemos con tal ignorancia e imprudencia que rompemos la cadena ecológica frecuentemente. En un tiempo había ballenas con su correspondiente industria. Las balleneras ya cerraron, no porque les prohibieran pescar sino porque de tanto hacerlo las extinguieron. Con las anchovetas pasó lo mismo, mas bien es ¡indigente! // Nuestro rico océano requiere gente que tenga sesos para cuidarlos. (Morote. 2004. p.45)
Para entender este contraargumento, es necesario entender la tesis de la que partimos y Morote lo expresa en los siguientes términos: “La costa es estrecha y desértica, nunca llueve. Los ríos que bajan de la sierra están generalmente secos (…) La costa por lo tanto no es rica” (p.45); sin embargo, en el ejemplo, el autor afirma un argumento común en nuestros actuales historiadores y políticos “Nuestro mar es riquísimo”, pero lo hace sólo para reafirmar su postura, ya que, explica que el actuar del mismo hombre hace que tal riqueza, no produzca más que indigencia. En ese sentido, tenemos una primera oración que es el argumento aparente (Nuestro mar es riquísimo), para luego oponer una idea contraria a lo que se dice, en este caso presenta una oración que anticipa las razones por las que el autor formula su tesis, que es que “la costa no es rica” (pero no hemos desarrollado una cultura marinera), continúa con una oración explicativa (Cuando explotamos el océano lo hacemos con tal ignorancia e imprudencia que rompemos la cadena ecológica frecuentemente), dos ejemplificaciones (Las balleneras ya cerraron, no porque les prohibieran pescar sino porque de tanto hacerlo las extinguieron. Con las anchovetas pasó lo mismo, mas bien es ¡indigente!); para finalmente concluir con una reflexión que procura explicar el porqué “nuestro mar” no es un ejemplo de la riqueza de la costa del Perú[1].

El ensayo ¿expone o defiende ideas?

Entendido el concepto de argumento, argumentación, tesis y sus tipos, adentrémonos ahora al tema central de este pequeño escrito: comprender e identificar las diferencias entre un ensayo expositivo y uno argumentativo.
Así, el ensayo es un tipo de texto académico que tiene por objetivo analizar, describir, explicar, interpretar, evaluar o defender una postura sobre un tema determinado. Anguiano (2014) se refiere al respecto:
Un ensayo académico es una clase de texto del género argumentativo, en el que se expone, se presenta y defiende un punto de vista (una postura) sobre un tema, o se analiza un objeto, en respuesta a una cuestión determinada. Esto se da mediante el planteamiento de una tesis y su justificación a través de razonamientos y evidencias, especialmente incluyendo ejemplos y referencias a fuentes confiables que la sustenten. (p.27)
Con respecto a la estructura, esta responde al tipo de ensayo que se aborda, ya que estos, como se dijo, pueden ser expositivos, argumentativos o analíticos y responden también a una organización a nivel macro y otra a nivel micro.
Empecemos por la superestructura. En esta hay aspectos generales que se consideran común a todos: El exordio o la introducción, el cuerpo argumentativo y el epílogo o conclusión; además, pueden ser de tipo deductivo o inductivo, la primera cuando la tesis se inserta dentro del exordio y la segunda cuando esta se inserta en la conclusión.
El exordio o introducción, posee también cierta organización que se debe tener en cuenta, aunque aquí sí se hace necesario esclarecer ciertos aspectos, ya que dependiendo del tema abordado o la naturaleza desde donde se orienta la investigación el ensayo presenta ciertas particularidades. Empecemos con los elementos generales: Una estrategia discursiva que procure la atención del lector, el planteamiento de la tesis y el propósito de la misma; sin embargo, hay quienes la tesis la presentan como un elemento más del ensayo o insertan dentro de la introducción el problema abordado, la metodología usada, esto dependiendo del carácter, la naturaleza o la extensión del mismo. Cuando se trata de un trabajo monográfico por ejemplo o la redacción de un texto íntegro, la introducción suele presentar diversas variaciones, ya que la estructura no depende del texto en sí, sino de la organización estructural del trabajo, de modo tal que su redacción requiere de un tratamiento diferente.
El ensayo expositivo tiene por objetivo explicar, describir, definir o clasificar objetivamente un determinado tema, para ello hace uso de una tesis también expositiva en la que, si bien se presenta una postura determinada, esta suele ser implícita; además no requiere defenderla, sino explicarla.
Al contemplar el cielo nocturno, se aprecia un gran número de estrellas que parecen dominar el firmamento: Sin embargo, la verdadera estructura del universo se forma a partir de un tipo de organización mucho mayor: el de las galaxias. La comprensión de este hecho resultó revolucionaria en el mundo de la astronomía y tuvo sus consecuencias. El análisis de la estructura interna, de la dinámica de las galaxias y su clasificación, entre otras cuestiones, cambió a principios del siglo XX la imagen del universo hasta entonces defendida por esta ciencia. (Correo Semanal. 2012. p.13)
El presente texto nos presenta un tipo de tesis expositiva: “El análisis de la estructura interna, de la dinámica de las galaxias y su clasificación, entre otras cuestiones, cambió a principios del siglo XX la imagen del universo hasta entonces defendida por esta ciencia”, tesis que, a su vez, nos orienta ya por una explicación y descripción de esa “estructura interna de las galaxias” y su importancia en la actualidad. La intención del texto así, no es la de defender la postura presentada, esta, se reduce sólo a explicar y exponer dicha postura.
El ensayo argumentativo es, por el contrario, un tipo de ensayo que busca defender una postura personal o grupal y que a diferencia del ensayo expositivo posee una tesis también denominada argumentativa, cuya formulación incita a la defensa:
De acuerdo con Summers y Protchett, “la extrapolación de tasas de crecimiento actuales hacia el futuro riñe con toda la evidencia empírica existente sobre la fuerza de la regresión a la media”. En castellano eso significa que en la historia moderna los países en desarrollo casi siempre tienden a regresar a su crecimiento promedio, por lo que asumir que un crecimiento alto continuará solo por inercia es ignorar décadas de evidencia. Pronosticar que el Perú crecerá a tasas altas entre 2016 y 2021 es una declaración extraordinaria que requiere evidencia extraordinaria, y nosotros no la encontramos. (Ganoza y Stiglich. 2015. p.40)
En esta ocasión la tesis presentada nos orienta no por una explicación del tema a abordar, sino por la defensa de una postura en la que el autor cree y confía: “Pronosticar que el Perú crecerá a tasas altas entre 2016 y 2021 es una declaración extraordinaria que requiere evidencia extraordinaria, y nosotros no la encontramos”; así, la tesis incita al lector al entendimiento de que el texto procurará defender dicha postura: el Perú no crecerá a tasas altas entre 2016 y 2021; es una aseveración que el autor deberá defender y demostrar.
En cuanto al cuerpo del ensayo, es necesario conocer las estrategias que se usa para la defensa, demostración, explicación o evaluación de una tesis y estas dependen de la secuencia discursiva asumida o argumentación. ¿Qué es entonces una secuencia discursiva? y ¿qué una estrategia discursiva?
 La secuencia discursiva (argumentación) se orienta a la sucesión de ideas o párrafos expuestos en el texto, los cuáles organizan y dan coherencia a la estructura textual; entre ellas tenemos la narración, la descripción, la exposición-explicación, la argumentación, el diálogo y la instrucción.
Las estrategias discursivas, por su parte, incluyen la serie de artilugios que usa el autor para explicar, defender o evaluar una tesis, lo que comúnmente se llama argumentos y que ya lo estudiamos líneas arriba. Entre estas estrategias tenemos: Explicación, ejemplificación, comparación o contraste, seriación o enumeración, causalidad, problema-solución; y he aquí el meollo del problema (confusión): el ensayo no es un texto exclusivo de la literatura, la lingüística y afines, es, por el contrario, un instrumento que posibilita la divulgación del conocimiento no sólo cultural, sino también tecnológico y científico; de modo que su uso se extiende más allá de cualquier rama o área del conocimiento.
Veamos algunos ejemplos:
Ricardo demostró haber sido un hombre “práctico con poder de abstracción”, según Heinz D. Kurz, profesor de economía en Graz y editor de sus obras. A diferencia de Smith, en Ricardo el crecimiento económico no es infinito. El pensamiento de Smith giraba en torno al individuo y su desarrollo económico, para el que no parece haber ningún límite. Ricardo, por el contrario, eligió como punto de partida de sus reflexiones la distribución del ingreso nacional, podríamos casi decir del producto bruto interno (PBI). Repartir lo que hay en lugar de crecer sin límites: esta idea también es una muestra de cierto escepticismo. (De Soto. 2011.p.34)
Este es una estrategia basada en la comparación de las ideas económicas de dos de los más grandes teóricos del naciente capitalismo a finales del s. XIX, hecha por Hernando de Soto; en ella no hay inclinación alguna de parte del autor por alguna de las dos teorías, simplemente las compara con el fin de dar a entender el objetivo de ambas.
Una teoría no es la verdad con V mayúscula, no es una regla, ni un hecho, ni la palabra final. Podríamos establecer un paralelismo con un barco de juguete. Para averiguar si flota, tendríamos que colocar el barco en el agua y probarlo. Cuando se vuelque, lo sacaremos del agua y haremos algunos cambios o comenzaremos de nuevo construyendo un barco diferente, aprovechando lo que hemos aprendido del fracaso. (Ferguson. 2011. p.22)
En este caso la estrategia discursiva basa su fundamento en la ejemplificación. Se explica la validez de una teoría recurriendo a un paralelismo, que la autora considera pertinente; es entonces el barco el medio eficaz para hacer entender al lector el modo cómo una teoría científica se valida.
Siguiendo una lectura de conjunto es que nos atrevemos a decir que la tradición ficcional huancavelicana, desde los conflictivos años veinte a la fecha, acusa “tres momentos importantes” en su travesía decidora: la primera, iniciada a mediados de la década de 1920, y ligada principalmente a los esfuerzos de los hermanos Bolaños por promover –a la luz de los ideales vallejianos- una vanguardia social (…) Una segunda vertiente, iniciada durante la década de 1950 y que tomará mayor vigor a partir de 1970, la consignarán los autores de la nueva narrativa rural andina, de clara “filiación realista” (…) Un tercer trajinar, impulsado sobre todo por quienes se quedaron en la región, dejará ver sus primeras huellas a mediados de los años noventa en medio de tribulaciones económicas, convulsiones políticas y dispersiones sociales. (Salazar. 2016. Pp.xvii-xxii)
En esta oportunidad, tenemos una estrategia discursiva basada en la seriación, ordena temporalmente el proceso de evolución de la literatura huancavelicana, esta estrategia suele ser extensa, ya que no sólo presenta un aspecto determinado del tema, sino la gradación y la sucesión que esta implica.
El 40% del comercio de Estados Unidos tiene lugar con Asia oriental, y la mayor parte del resto con Europa. Estados Unidos depende de las baratas mercancías chinas y de la codicia china por sus bonos del tesoro; China depende de las inversiones europeas y estadounidenses y ahora exporta más a Europa que a Estados Unidos; Europa y Estados Unidos recortan gastos y aumentan los beneficios trasladando la producción de China. Los tres juntos han llegado a parecer trillizos siameses, ya que si se corta una arteria, el daño lo sufren todos. (Khanna. 2009. p. 37)
Ahora tenemos la explicación, más o menos somera, de cómo funciona la economía de las tres grandes potencias económicas actuales. Podemos observar que el autor pretende demostrar la interdependencia económica de estos países; para ello explica cómo se desarrolla esta interdependencia.
El afán de los partidos por atraer independientes al congreso y su incapacidad posterior para controlarlos crea una oportunidad perfecta para que entren cada vez más bandidos pasajeros, que pueden usar el partido como un vientre de alquiler para entrar al congreso y operar al servicio de grupos ilícitos o usar su curul para hacer negocios particulares. (Ganoza y Stiglich. 2015. p.81)
La estrategia usada en este caso nos permite entender las razones o causas por las que el congreso se encuentra desprestigiado y por qué los llamados “bandidos pasajeros” operan con tanta libertad en el congreso.
En EE.UU., nos hemos acostumbrado a un ambiente de opulencia, con una enorme variedad de productos de consumo siempre disponibles y la constante incitación a comprar “más”, “nuevo” y “mejorado”. Esta cultura consumista se ha convertido en algo tan inherente a nuestra cosmovisión que hemos perdido de vista el enorme precio que le estamos imponiendo al mundo que nos rodea. Cultivando una nueva conciencia acerca de cómo afectan al medio ambiente nuestras decisiones de consumo y nuestro estilo de vida, podemos comenzar a realizar cambios positivos a fin de reducir nuestros efectos negativos. He aquí algunas ideas específicas acerca de cómo podemos conseguirlo. (Gore. 2007. p.314)
Ahora tenemos un argumento de tipo problema-solución. Podemos leer que el autor nos muestra cómo la vida diaria de los ciudadanos estadounidenses va afectando al medio ambiente, por lo que propone cultivar “una nueva conciencia acerca de cómo afectan al medio ambiente nuestras decisiones de consumo y nuestro estilo de vida”, para más adelante presentar estas “ideas”.
Estas estrategias las usan tanto el ensayo argumentativo como el expositivo, ya sea una, dos o más de ellas, en una mescolanza que buscará posteriormente cumplir con sus objetivos: demostrar, defender, explicar, describir o evaluar.
La conclusión es la parte final del ensayo y en ella se retoma la tesis planteada, se precisa su demostración o negación, explicando brevemente sus razones, lo que incluye, en muchas ocasiones, mencionar los principales argumentos usados.
Tenemos también la macroestructura y esta compuesta por el título y subtítulo del texto (Rótulo o expresión que comunica la temática del texto), el          tema principal (asunto del texto, el más importante y general que se aborda y responde a la pregunta ¿de qué trata el texto?), los temas secundarios (asuntos de menor importancia y que son abordados en cada párrafo), las ideas principales (aquello más importante de lo que se dice del tema, responde a la pregunta ¿qué es lo más importante que se dice del tema? ), las ideas secundarias (aquellas ideas más importantes abordadas en cada tema secundario), etc. Tomemos dos párrafos del texto “Requiém por el Perú, mi patria” de Herbert Morote:
Desde los orígenes del “pensamiento nacional” se ha creído que el indio es una sub-raza explotable. Aquí les va un ejemplo: La revista El Mercurio Peruano es considerada como el primer manifiesto intelectual organizado del concepto de peruanidad. Distinguidos próceres participaron en “La Sociedad Amantes del País” que auspiciaba dicha publicación, entre ellos Toribio Rodríguez de Mendoza y Joseph (no me he equivocado, lo escribían así) Hipólito Unanue. Bueno, los amantes del país publican en el número 344, folio 255 del 20 de Abril de 1794, lo siguiente: “el indio aunque racional es sin disputa corto de ideas”. Hay muchos más ejemplos del “despertar de nuestra peruanidad”, que esta revista tantas veces elogiada nos infundió; mi estómago me impide transcribirlos.
En dos siglos no se ha cambiado este prejuicio a pesar de que hay muestras palpables de la creatividad y el desarrollo intelectual al que puede llegar el indígena. ¿Uds. creen que si el indio fuese “corto de ideas” hubiera desarrollado la economía informal que mantiene al Perú? ¿No se ve a los indígenas recorriendo las capitales del mundo tocando su música andina, escabulléndose de la policía y viajando a las ciudades más lejanas sin saber ni siquiera bien el castellano? ¿Eso lo puede hacer un hombre corto de ideas?
Es común identificar los elementos de la macroestructura de un texto usando el método deductivo: título, tema principal, tema secundario, idea principal, ideas secundarias; no obstante, en esta ocasión haremos lo contrario, empezaremos por los temas y sub temas de cada párrafo y finalizaremos redactando nuestro título.
El tema de cada párrafo entonces es lo primero que debemos identificar, pero antes recordemos los elementos constitutivos de un tema, este es un sintagma nominal y que expresa una idea general y la especificidad de dicha idea (por idea en esta ocasión nos referimos al sustantivo o sujeto al que se refiere el texto; en cuanto a la especificidad o delimitación, este debe expresarse a modo de una idea abstracta).
TEMA DE PRIMER PÁRRAFO
¿De qué trata el texto?
La peruanidad del “pensamiento nacional”
Visión equivocada
Idea general y/o sustantivo
Especificidad de la idea general o sustantivo
REDACCIÓN
El párrafo trata sobre la visión equivocada de peruanidad del “pensamiento nacional”.
TEMA DE SEGUNDO PÁRRAFO
¿De qué trata el texto?
La creatividad y desarrollo intelectual del indígena.
Capacidad
Idea general y/o sustantivo
Especificidad de la idea general o sustantivo
REDACCIÓN
El párrafo trata sobre la capacidad de creatividad y desarrollo intelectual del indígena.

Pasemos ahora a las ideas principales de cada párrafo (en esta ocasión se entiende por idea, a la imagen que pretende transmitir el tema del texto) y al igual que en la ocasión anterior recordemos primero los elementos que la constituyen; este es una oración con sujeto y predicado y que expresa claramente la imagen del tema identificado.
IDEA PRINCIPAL DE PRIMER PÁRRAFO
¿Qué es lo más importante que se dice acerca del tema identificado?
La visión negativa de peruanidad del “pensamiento nacional”
desmereció y denigró a la raza indígena.
Sujeto
Predicado
REDACCIÓN
Lo más importante que se dice acerca de la visión negativa de peruanidad del “pensamiento nacional”, es que, desde sus inicios, desmereció y denigró a la raza indígena.
IDEA PRINCIPAL DE PRIMER PÁRRAFO
¿Qué es lo más importante que se dice acerca del tema identificado?
La capacidad de creatividad y desarrollo intelectual del indígena
es una prueba contundente del error del “pensamiento nacional”.
Sujeto
Predicado
REDACCIÓN
Lo más importante que se dice acerca de la capacidad de creatividad y desarrollo intelectual del indígena actualmente es una prueba contundente del error del “pensamiento nacional”.

La identificación de temas, subtemas, ideas principales y secundarias de cada párrafo nos ayudará a identificar con mayor exactitud el tema e idea principal del texto. Sigamos para ello, los mismos pasos usados anteriormente:
TEMA DE PRIMER PÁRRAFO
¿De qué trata el texto?
La peruanidad en el “pensamiento nacional”.
Sentido y significatividad
Idea general y/o sustantivo
Especificidad de la idea general o sustantivo
REDACCIÓN
El texto trata sobre el sentido y significatividad de peruanidad en el “pensamiento nacional”.
IDEA PRINCIPAL DE PRIMER PÁRRAFO
¿Qué es lo más importante que se dice acerca del tema identificado?
El sentido de peruanidad y significatividad del “pensamiento nacional”,
denigra y desmerece equivocadamente la capacidad indígena.
Sujeto
Predicado
REDACCIÓN
Lo más importante que se dice acerca del sentido de peruanidad y significatividad del “pensamiento nacional”, es que este denigra y desmerece equivocadamente la capacidad indígena.

Finalmente, vayamos a identificar el título, este debe resumir el tema del texto. Teniendo en cuenta cada una de las palabras claves tanto de los temas e ideas principales identificadas, el título en el que podemos pensar puede ser: La Visión equivocada de peruanidad del llamado “pensamiento nacional”. Veremos más adelante que dicho título no escapa a la idea general que quiere transmitir el título del texto original: “Perú, país racista / La desgracia es no haberlos tomado en cuenta”.
En cuanto a la microestructura textual o el argumento o argumento razonado, ya abordado líneas más arriba, se refiere a la organización a nivel de cada argumento que integra el ensayo y también puede ser deductiva o inductiva; esta tiene tres elementos, la oración temática (Afirmación), las oraciones secundarias[2] (evidencias y razonamiento) y la oración conclusiva (conclusión parcial); cuando se trata del tipo inductivo, la oración temática se inserta dentro de la oración conclusiva:
El modelo económico de la postguerra entró en crisis en 1974, al combinarse tasas de crecimiento bajo con tasas de inflación elevadas. Los neoliberales afirmaron que las raíces de la crisis se encontraban en el poder excesivo y nefasto de los sindicatos y, de manera más general, en el movimiento obrero. Según ellos, los sindicatos habían corroído las bases de la acumulación privada y la inversión por sus reivindicaciones salariales y sus presiones tendientes a que el estado crezca sin cesar en gastos sociales parasitarios y eso era causa de la inflación. El remedio estaba claro: mantener un estado que sea frugal en gastos sociales y se abstenga de intervenciones económicas. La estabilidad monetaria constituía el objetivo supremo de los gobiernos. Debía restaurarse una tasa natural de desempleo, es decir la creación de un ejército de reserva de trabajadores, que permita debilitar los sindicatos. Por otra parte, se debía alentar a los agentes económicos  a invertir, lo que implicaba reducir impuestos a los ingresos más elevados. De esta manera una nueva y saludable desigualdad reaparecería y dinamizaría las economías de los países desarrollados enfermos de estangflación (estancamiento con inflación), mal que, según sostenían, era resultante de la herencia combinada de las políticas inspiradas por Keynes y Beveridge. (Béjar. 2014. p.213)
En el presente párrafo podemos observar claramente la microestructura del párrafo de un ensayo. Esta posee una oración temática, que es la que nos introduce el tema a abordarse a lo largo del párrafo: “El modelo económico de la postguerra entró en crisis en 1974, al combinarse tasas de crecimiento bajo con tasas de inflación elevadas”; luego, una serie de oraciones secundarias buscan completar la temática dada en la oración inicial. Así, se habla por ejemplo de las razones por las que el modelo económico de posguerra entró en crisis (Los neoliberales afirmaron que las raíces de la crisis se encontraban en el poder excesivo y nefasto de los sindicatos y, de manera más general, en el movimiento obrero), una explicación de la interpretación que se tenía del actuar de los sindicatos (Según ellos, los sindicatos habían corroído las bases de la acumulación privada y la inversión por sus reivindicaciones salariales y sus presiones tendientes a que el Estado crezca sin cesar en gastos sociales parasitarios y eso era causa de la inflación), la descripción de la propuesta hecha para superar dicha crisis (El remedio estaba claro: mantener un estado que sea frugal en gastos sociales y se abstenga de intervenciones económicas), una reflexión frente a la situación y contexto de esos momentos (La estabilidad monetaria constituía el objetivo supremo de los gobiernos. Debía restaurarse una tasa natural de desempleo, es decir la creación de un ejército de reserva de trabajadores, que permita debilitar los sindicatos), descripción de otra posible alternativa de solución frente a la crisis (Por otra parte, se debía alentar a los agentes económicos a invertir, lo que implicaba reducir impuestos a los ingresos más elevados) y, finalmente, una oración conclusiva que procura sintetizar todo el tema abordado sobre la crisis europea de posguerra (De esta manera una nueva y saludable desigualdad reaparecería y dinamizaría las economías de los países desarrollados enfermos de estangflación (estancamiento con inflación), mal que, según sostenían, era resultante de la herencia combinada de las políticas inspiradas por Keynes y Beveridge).
Es necesario recalcar que esta organización también sufre variantes, principalmente en quienes dominan el género, se recomienda a los principiantes respetarla.

No es lo mismo conocer el ensayo que redactarlo

Empecé escribiendo este pequeño esbozo hace aproximadamente trece días, en el proceso tuve que deslindar ciertas definiciones que aún las tenía vagas, descartar ideas que consideraba en un primer momento necesarias, pero que luego volvía a insertar, pensando quizá haberme equivocado, para, una vez más, volverlas a descartar; así mismo, tuve que volver a mis lecturas anteriores, recordar información de muchísimos años atrás que podrían servir de sustento a cuanto escribía, pero fue otro martirio, ya que tuve que desempolvar mi biblioteca, escudriñar entre las páginas de libros que ya los había olvidado y de otros aún más recientes; el proceso fue igual, insertaba citas, las descartaba, las volvía a insertar, y para que no queden dudas, volvía a leerlos, ubicarlos en la página exacta del libro (es, hasta cierto punto terrorífico, aquello de saber que una idea o concepto se encuentra plasmado en un libro y no saber en qué página se encuentra, quizá es por ello que aprendí desde un tiempo atrás a resaltar las partes esenciales de un texto). Posteriormente y quizá la tarea más difícil, es la revisión, este es un proceso que tiene el poder de destrucción en las manos, ya que pretendiendo darle forma al texto, terminas desconstruyéndolo y volviéndolo a construir, es un proceso tan despiadado que no se lo desearía ni a mi peor enemigo; muchas veces me ha llevado a la desesperación, a sucumbirme entre cuatro paredes blancas atiborradas de libros por doquier, ya sin un orden fijo, ya distribuidos en la periferia del escritorio; en otras ocasiones, impotente, te sucumbe en la depresión y este es un momento en que cualquier teoría psicológica sobre la autoestima parece venirse abajo, y es que cierto sentimiento de inutilidad invade tu ser, un tipo de reflexión existencial en la que uno sale perdiendo, llegándose a considerar un enajenado objeto inútil y avejentado y del que sólo tu necedad y obstinación te puede sacar (existe ocasiones en la que no sales y permaneces en la lucha toda una vida). Sin embargo, la gloria es indescriptible cuando todo termina, juras y rejuras no volver por estos lares, peor aún, sabiendo que no encontrarás más lectores que un amigo o un familiar; entonces enrumbas nuevamente por la vida, observas, percibes, entiendes, vives, sí, eso, vives; de pronto e inconscientemente te encuentras nuevamente ante una hoja en blanco, con un lapicero en las manos y muchas ideas desordenadas en la cabeza, muchos rencores y emociones guardados, todo se mezcla, todo pide a gritos su materialización y se encarna odiosamente en nuestras manos y vuelves, finalmente, a esa pesadilla al que juraste no regresar y cómo hoy me encuentro, peleas y peleas con que las palabras esta vez sean más amables contigo.
Es este el proceso de redacción de un simple texto, o al menos el que yo concibo y, sin embargo, me desconcierta que haya quienes piensen que este sea algo sencillo, que lo puedas hacer en una o dos horas, o que cualquier individuo lo pueda hacer; la visión positiva de la vida y de la sociedad, en boga hoy en día, ha impregnado sus garras no sólo en la sociedad y el ser humano, sino también en el producto que de estos se puede obtener; en literatura, por ejemplo, tenemos los best seller[3], los textos de autoayuda, que yo tan amablemente llamo textos de autoengaño, la sub literatura que atiborran las bibliotecas familiares, públicas y las librerías populares por doquier. A modo de la estrategia hayekiana[4] de mediados del siglo XX, estos textos nos han vendido una idea falsa de la vida, en el que el ser humano es capaz de todo, sólo es cuestión de decidirse y emprender la lucha; como ejemplo, ponen la vida de aquellos hombres que con tesón y esfuerzo lograron crear grandes imperios, las llamadas historias de éxito, tal es el caso de Bill Gates en el extranjero o de los hermanos Añaños o Flores en el Perú, pero lo que no nos dicen de estos individuos es, de las actitudes desleales por la que tuvieron que optar para erigir dichos imperios, las fábricas pequeñas que tuvieron que aplastar, los miles y miles de empleados a los cuáles explotaron y explotan día a día, los juegos al margen de la ley, la poca o nula importancia que tuvo Dios en sus actos, aunque se cansen en decir que fue esencial, etc. Y ahora, como lo dije, la literatura se ve también en este conjunto de mentiras, un recorrido por la literatura huancavelicana nos podría hablar de centenares de narradores, dramaturgos y poetas, y es que bajo esa visión positiva de la vida, ya nada es incorrecto, nada merece ser cuestionado, porque todos estamos en el derecho de hacer lo que queremos y que nos respeten por eso. Es cierto, sin embargo, que todos podemos llegar a obrar bien como lo diría Gabriel García Márquez en La bendita manía de contar historias, pero no todos lo logran y hay que ser sinceros en esto y no engañarnos, la praxis nos enseña que no basta con proponérnoslo, se trata, por el contrario, de una lucha desigual al que debemos enfrentarnos, ya sea adaptándonos o erigiendo nuestro camino, Adler lo llamó instinto de supervivencia y la psicología posterior prefirió negarlo.
Es necesario bajar del limbo en el que nos encontramos, dejar esa visión omnisciente y demiurga para adentrarnos también en la experiencia de la redacción. Ahora mismo, lucho con darle forma a este escrito, que representa sólo una pequeña parte de este también pequeño esbozo y después de trece días, aún me siento inconforme, queriendo volver a ese mundo maravilloso y tormentoso de la destrucción.
Pero volvamos al objeto de nuestro trabajo, conocer la estructura del ensayo no es igual a redactarlo, al hacer este último –cualquiera sea el tema y el área del conocimiento al que se ciñe- entramos en un proceso de construcción que requiere tanto de una secuencia como de una serie de estrategias que se usa para lograr el objetivo trazado. Así, sin importar el área al que se delimita el interés de estudio se reconoce las siguientes etapas en la elaboración de un ensayo: La generación de ideas (tema), la problematización, la identificación de variables, la redacción de la introducción, la redacción del cuerpo del ensayo y la redacción de la conclusión; sin embargo, esta secuencia suele cambiar cuando se trata de un texto más amplio o un trabajo de investigación, ya que, la introducción se convierte en un elemento de la estructura del trabajo o texto en sí; en este caso, la introducción se deja para el final.
La generación de ideas consiste en determinar el tema a tratar del ensayo, este debe ser concreto y preciso; la problematización se expresa a través de una interrogante, la cual debe contener las denominadas variables, que serán, posteriormente objetos de estudio; la identificación de variables se hace con el objetivo de determinar los elementos que intervienen y que son necesarias estudiarlas para una mejor comprensión del objeto de estudio; en la redacción del cuerpo del ensayo se presenta una serie de argumentos que procuran explicar, defender o evaluar una tesis, para ello se hace uso de diversas estrategias de discusión o la denominada argumentación, de acuerdo sea la naturaleza del trabajo, he aquí donde se hace gala de los artilugios de retórica y/o erudición que posee el redactor; la redacción de la conclusión incluye la reafirmación de la tesis, la respuesta al problema planteado inicialmente y una síntesis escueta de los temas abordados durante el estudio o análisis; en cuanto a la redacción de la introducción, es necesario hacer algunas aclaraciones, ya que esta es una síntesis o presentación del contenido que ha de abarcar el ensayo, presentación que cubre tanto la idea generadora del problema, el problema mismo, la identificación de variables, la descripción del método y el proceso usado y la presentación de la tesis. Recordemos que la redacción del ensayo es un proceso de constante construcción que requiere, en muchas ocasiones, también de constantes cambios, ya que, en tanto se indaga y la redacción se viene dando, las ideas y/o afirmaciones que en un inicio se llega puede ir modificándose, un ensayo no se escribe con ideas ya consabidas, en el proceso existe la posibilidad que la tesis formulada sea negada o desestimada, negación o desestimación que requeriría una vuelta al camino inicial; de modo, que sería demasiado pretencioso el querer hacer una introducción antes de haber cerrado las ideas claves del ensayo (esto solo es así cuando se trata de un ensayo breve y la introducción forma parte del mismo ensayo y no de una estructura mayor); por el contrario, el proceso de construcción del cuerpo del ensayo permite tener un panorama cada vez mayor y más exacto de cuanto se estudia, lo que facilita posteriormente la redacción de la introducción.
El proceso de redacción es un proceso bastante complejo que incluye no sólo el desarrollo de capacidades cognitivas y de discusión, también es necesario el despliegue de otras que coadyuvan directa o indirectamente en el objetivo trazado y es necesario ser empático con quien escribe, tal empatía sólo es posible si nosotros, como docentes, nos aventuramos también en la travesía que solicitamos a nuestros estudiantes. En alguna ocasión presenté a estos, dos monografías que escribí, procurando cumplir con las pautas y rúbrica de evaluación que exige un texto académico, la pregunta fue instantánea: “¿Cuánto tiempo le tomó escribir las dos monografías “teacher”?”, mi respuesta demoró unos cuantos minutos, sentí que debía contestar mesurada y pertinentemente; si decía que lo había hecho en una semana, el mensaje que transmitiría podría ser confundido con cierta acepción simplista del proceso de redacción, pero si decía que me había tomado más de dos o tres meses, sería incongruente a la realidad, ya que había, en el texto datos explícitos que permitían ubicar espacial y temporalmente al lector; de modo que mi respuesta fue: una semanas. ¿Cada uno? Sí, cada uno. Uno de los estudiantes viró la mirada hacia su compañero y con una estupefacción le dijo: nosotros, un año. No era la respuesta que esperaba, tampoco quería demostrar mis dotes de “virtuosidad” a la hora de escribir, de modo que manifesté: Lo que sucede chicos es que para escribir, es necesario antes apropiarse de todo el conocimiento necesario sobre el tema; no se puede escribir, si no se sabe lo suficiente sobre el propósito; y en mi caso, llevo muchos años leyendo e indagando sobre el tema y cuando se tiene el suficiente conocimiento, la escritura fluye, solo eso, fluye. Quizá con este pequeño comentario transgredí la estructura formal de un ensayo, ya que estoy presentando, implícitamente, una postura respecto a otro tema que no es el objetivo del presente esbozo; pido disculpas por ello, pero eso es también la esencia del ensayo, su carácter transgresor, el cual puede observarse no sólo en el presente texto sino también en muchos otros, en donde las secuencias discursivas no son solo de un tipo, sino que abarcan cuantas hay; así, en algunos la tesis se presenta de manera altisonante, extraído de la introducción o con una organización desconocida, en donde el tiempo es un juego, el espacio, un universo, y los argumentos, como en este caso, diversos. Es por eso que podemos leer a un Hildebrandt bastante efusivo en sus textos, efusividad que hace que sus párrafos no presenten la organización aquí descrita, o que la introducción de sus textos no sea sólo en un párrafo, o que para entender la tesis haya que deducirla; es por eso que tenemos a un Titinger  bastante reflexivo, reflexividad que hace que sus textos no sólo presenten una tesis, sino que también varíe en su tipos y haga una mescolanza incontrolable de diversas estrategias de discusión; es por eso que Eduardo Punset orbite sus reflexiones en base a sus propias experiencias o Parag Khanna haga una desbordante erudición de cuanto investigó en años de continuos viajes e invaluables aprendizajes o Jacopo Fo, que deja abierta la conclusión, a modo de un Cortazar argumentativo, para hacer del lector un eterno cómplice de la escritura; sin embargo, no olvidemos, que estos hombres y sus textos no son resultado de uno, dos o cinco años de aprendizaje en la escritura, como sí lo son nuestros estudiantes. Para transgredir, es necesario antes conocer y dominar el campo del conocimiento que abordamos, he ahí la naturaleza inconstante del ensayo.

Conclusión

Finalmente y, volviendo al tema que motivó el presente escrito, debo enfatizar en los siguientes puntos: Sin importar la naturaleza del área de conocimiento que se aborda, el ensayo presenta una organización determinada que se puede transgredir sólo en la medida que se tenga conocimiento sobre el tema y la naturaleza y carácter del mismo ensayo; las estrategias, por su lado varían y sí obedecen a la naturaleza del tema y el área de conocimiento en el que se ciñe el trabajo; un ensayo posee siempre argumentos, pero estos no sólo están destinados a defender una postura, sino también a explicar, describir o evaluar; del mismo modo, la tesis se construye en base a las intenciones del autor (descripción, explicación, defensa o evaluación); de modo que existe también una diversidad de tipos, más allá de la “simple” defensa o demostración de argumentos; por otro lado, tenemos el proceso de redacción, el cual es bastante complejo y que requiere que nosotros nos adentremos también en esa experiencia para saber valorar y entender el trabajo de nuestros estudiantes; en tal sentido, queda también el reestructurar nuestros propios conocimientos previos, ya que, y Punset (2015) lo manifestó: “aprender es mantener el cerebro en plena forma, establecer nuevas conexiones y ejercitar la plasticidad neuronal. No tengáis miedo y cambiar de opinión. Vuestros genes os lo dictan, el entorno os lo impone” (p.34)

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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Pontificia Universidad Católica del Perú (2010). Material de Argumentación (HUM-  113). Lima-Perú: PUCP
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Varios (2008) Las guerras de este mundo. Sociedad, poder y ficción en la obra de Mario Vargas Llosa. Lima-Perú: Editorial Planeta Perú S.A.



[1] Si vamos al texto completo, nos percataremos que la conclusión hecha no ha sido redactada en el mismo párrafo, sino en la siguiente, esto obedece a la estructura que el autor ha querido darle al ensayo.
[2] Agradecer aquí al profesor Fredy Chávez, quien nos hizo la siguiente aclaración: las oraciones secundarias pueden ser, de tipo explicativo o causal, oraciones de respaldo o profundización, oración de enlace, oración que adelanta los aspectos o argumentos, entre otros.
[3] Es necesario aclarar que no todos los best seller carecen de calidad, existen libros que llegaron a ser considerados best seller y sin embargo poseen ciertas cualidades dentro del campo del conocimiento al que pertenecen, un ejemplo es Cien años de soledad, que fue considerado en su tiempo uno de los libros más vendidos de la historia, después de la Biblia.
[4] A mediados del siglo XX August von Hayek para introducir el pensamiento neoliberal en los diversos estratos sociales, junto al multimillonario Antony Fisher, crearon una ola ofensiva contra las políticas del Estado de bienestar europeo y las ideas de John Maynard Keynes con el fin de desacreditarlos. Esta se materializó en una red de intelectuales (Red think thank), financiando la publicación y difusión de textos que abordaban sus ideas económicas: la defensa de la libertad, la desigualdad saludable, el crecimiento económico, la desacreditación de los negros y pobres, etc

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